domingo, 10 de abril de 2022

Poema de René Char



En mi tierra, las tiernas pruebas de la primavera y los pájaros mal vestidos

son más estimados que los fines lejanos.

La verdad aguarda a la aurora junto a una vela. No nos cuidamos del cristal de la ventana : qué le importa al atento.

En mi tierra no se interroga a un hombre emocionado.

Sobre la barca zozobrada no hay sombra maligna.

Los buenos días a medias : eso no se conoce en mi tierra.

No se pide en préstamo más que lo que puede devolverse aumentado.

Hay hojas, muchas hojas en los árboles de mi tierra. Y las ramos son libres si no quieran dar fruto.

No creemos en la buena fe del vencedor.

En mi tierra se sabe agradecer.